Una peculiaridad es que los Estados que no hanadherido al Tratado no están obligados a extraditar a ciudadanos acusados de los delitos allí previstos. Aunque el propósito perseguido por la Fiscalía estadounidense tenga pocos precedentes, aseguraba Dobbin, “se asienta en principios establecidos ya en el tiempo”, como por ejemplo el https://abogados-francia.es